La República Checa abandonó un esquema de vacunación obligatorio para los mayores de 60 años y los trabajadores de ciertos sectores, y un nuevo primer ministro descartó el plan luego de una serie de protestas por la medida.
Si bien una regla de vacunación establecida por el gobierno anterior entraría en vigencia en marzo, el ex primer ministro Andrej Babis ha sido reemplazado desde entonces por una nueva coalición gobernante liderada por el nuevo primer ministro, Petr Fiala, quien ahora dice que la política no se implementará después de todo.
“Hemos acordado que la vacunación contra el covid-19 no será obligatoria”, dijo Fiala el miércoles.
La administración anterior ordenó el mandato antes de que fuera reemplazada en diciembre, en medio de la histeria de la supuesta variante Omicron. Sin embargo, según las propias estadísticas oficiales, las muertes y las hospitalizaciones solo experimentaron un breve aumento antes de volver a caer. La regla se habría aplicado a los residentes de edad avanzada, así como a los trabajadores de la salud, policías, bomberos y estudiantes de medicina.
A principios de este mes, miles se reunieron en la capital checa para protestar por la medida de vacunación obligatoria, al igual que manifestaciones similares en otras partes de Europa. Se considera que apenas el 63 % de los checos están completamente inyectados.
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